Océano de Sabiduría

Panorámicamente, las aguas del océano son calmas, y las arenas no cambian. La imagen, al ojo, es un paisaje de fondo, carece del sentido vivo, aunque solo sea debido al lector que lo observa.
Desde la playa, se distingue el encuentro de fuerzas opuestas, piedras resistiendo ante el impacto de las aguas, y olas asistiendo en la batalla infinita, de rocas destinadas a granitos, y de fuerzas que borran los hallazgos del camino. El resultado de este choque está en el movimiento, no tiene imagen a fotografiarse, las sales disminuyen el poder de la inanimada presencia, y cualquiera sea el tamaño de su anhelo, termina por ahogarse y derrumbarse. El océano borra las huellas de los andantes, y oculta tesoros para los que temen salir de sus orillas.
Adentrándose en sus aguas, depende del humor del momento, las reglas son del mar, y no siempre siguen pautas definibles. La sabiduría abre su portal, y los secretos comienzan a empapar al extranjero. Si está calmo, depende del ego recibir conocimiento, está a su deber agacharse y sumergirse, o quedarse impregnado hasta los tobillos, no alcanzando a tocar la humedad del conocimiento. Están los que disfrutan del flotar, y su cambio de naturaleza dura el tiempo que el frío sea soportado por el cuerpo, salir de ella deja reseñas del saber, pero se secan pronto. A veces las olas son pequeñas para el ego engrandecido, golpean sin dejar marca, y es necesario hacerse niño, hundirse en ellas trae el juego, y el juego mientras más uno se adentra, más se siente el poder del mensaje, incluso cuando parece destinado para bajos estandartes. Se puede incluso utilizar tales fuerzas para moverse como un pez, deslizarse por las olas como parte de ellas, es el justo momentáneo, libre de pecados y maldad, aunque sea durante el juego. El pez verdadero aprendió a respirar bajo sus aguas, mantiene su cuerpo sumergido constantemente, siempre, sin perder un mililitro de gotas de la expresión sabia, pero pocos lo alcanzan con el hecho de probar, porque cualquiera que lo hiciese se ahogaría, dejando un cuerpo sin respirar. Así como la piedra pierde su esplendo a penas con el roce de la orilla, así uno, roca fuerte sin parangón, debe ir hallando lugar a la erosión, aceptándola en sus entrañas, hasta hacerse cuerpo de piedra con espíritu de agua.
El punto no es recorrer mucha distancia, puesto que las aguas son frías, y acaban por apagarnos, y tampoco es alejarse del juego mayoritario, porque existen depredadores junto a las perlas, y sin ayuda, uno puede que pierda la razón, o sea comida por el deseo ajeno.

Vivir sin Muerte

Lo Muerto no Habla,
Lo Vivo Es la Historia a narrarse. Decía el Rey Salomón, “todo es vanidad bajo el Sol”
Lo muerto se proyecta desde su necesidad; nace, come y muere para ella. Significa que vive por y para la necesidad del instante, y esa es toda su ambición. Lo muerto se enfoca en metas cercanas y en ellas construye su imperio, sea grande o pequeño, su resultado está ligado a la muerte. Lo muerto habla, pero nada de lo que diga permanece, puesto que de muerte ha nacido y a la muerte se destina. Cuando algo muere, su peso no pesa en la historia que vive, pero su historia vivió para que lo que sigue pueda vivir.
Todos venimos con el virus de la muerte desde el principio, antes de nacer se nos implantó, y desde allí nacemos con cuenta regresiva. La mayoría nos conformamos en ella, y decidimos labrar un camino para su causa, y por esa razón de muertos no hay nada escrito, o en otras palabras, “Nada es nuevo bajo el Sol”, o todo es vano sin Di-s.
Otr@s, decidimos cambiar la moneda, hacia la Buena Suerte.
Un bebe crece feliz cuando tiene la mano que mece la cuna, la que le da movimiento de cariño y alimenta amor en el bebe.
Di-s, Lo Vivo, Es Sinceridad Libre de enjuiciamientos o reclamaciones, Vive Independiente a la Circunstancia, Es la Esencia que lo muerto necesita para salvarse de su destino, Su Amor Es la Mano que Mece la Cuna.
Lo Vivo Se Sostiene Más Allá de la Muerte, y por esa razón la historia pertenece a lo Vivo.
Todos venimos de la muerte buscando la vida, salvarnos de la cuenta regresiva al fracaso, y a través de los caminos hallamos vivencias que pretenden enseñarnos la puerta de salvación, pero todo se enseña a sí mism@ desde su proyección muerta, por esa razón todo lo que encontramos es virus mortal, todo lo que vemos, olemos, comemos, sentimos o pensamos, es el programa destinado a la muerte.
¿Acaso hay algo que nos enseñe otra cosa que no sea a sí mism@ y lo que ha realizado? ¿hay algo que esté desnudo de lo que ha hecho o sueñe hacer? ¿Hay algo que venga y nos diga, si me sigues, serás feliz? Sólo Lo que Está Libre de la mala suerte puede ayudarnos, y desde allí analizamos... ¿hay algo aquí que esté libre de la mala suerte? Di-s Es la Gran Suerte.
Si decidimos caminar hacia lo Vivo, tenemos que transformarnos en lo Vivo, dejar de influenciarnos o alimentarnos de la circunstancia encontrada, dejar de aferrarnos a un sueño cercano, y abismarnos hacia los infinitos lejanos, y estar dispuest@s a vivir cualquier realidad para el Éxito, no de nosotr@s mism@s, sino el Éxito de lo Vivo, es entregarse a la Vida para que nuestra muerte tenga Destino de Vida. Es la razón del enamorado, quien decide devotar todo su tiempo a lo que ama, y juntos son uno en la causa, juntos caminan paso a paso sin perderse uno al otro, son amores inseparables. Aunque vengan tormentas o buenas cosechas, el amor no se disipa, y a partir de este principio hay futuro para lo muerto.
¿Me interesa a mi está película? Tanto si lo que vives no te pesa o castiga, o te sientes firme en tí mismo/a, como si te sientes débil y sol@ y lo externo te abriga, necesitas de la Suerte de lo Vivo, puesto que la gota de agua se seca, si no es derramada al Océano.
Nuestros sueños y ambiciones se disipan, si no los aunamos al Sueño de lo Vivo. Si no amamos lo que no somos, poco llegaremos en lo que somos. Porque todo está destinado a transformarse en algo nuevo, por eso todo se recicla, muere algo para que nazca otra cosa, cerramos puertas para abrir otras, cambiamos para seguir buscando la suerte en lo que no somos. Lo que se aferra a sí mism@ se resiste a la posibilidad de vida.
Los filósofos en egipto decían “Estamos muertos por lo que somos, y vivos por lo que no somos”
Amar a Di-s es la Suerte de lo muerto, porque lo muerto no tiene opción sin Él. Como Ama Di-s al Mundo, así hay que amarle a Él.
Si no es así, ¿cómo es que todos seguimos muriendo sin esperanza? Alabada sea la Santa Llave de la Certeza.

La trampa del "Queso"

Voces del cielo anuncian...
caprichos!, sin retorno.
Anaba sendero a trampa,
raton buscando el queso.
Moribundo fantaseo
todavia he de vivir el deseo.
No fue el roedor el asesino,
sino el yo queso.

Oda a todo cual que por un "queso",
fue cazado por la trampa y muerto.
El queso es el queso, y por el queso
estamos dispuestos y destinados al morir
del ego, siempre y cuando como queso elegimos
la entrega almica por los valores espirituales.

Propósito de la Creación

Todo este tiempo estuve pensando en el fin de los tiempos, cuando ni siquiera conozco el principio del mismo.
El mundo fue creado con un propósito y no porque sí. ¿Será un "Antojo Divino”,
un deseo incuestionable? Esto se explica con la siguiente historia:

"Había un Rey, un rey que vivía en su palacio y muy poco salía de éste.
El Rey era querido por todos, desde sus más cercanos ministros, hasta el hombre más pequeño (a nivel social).
Pero este Rey no estaba seguro que el hombre más inferior lo amaba o lo adoraba como los demás que estaban más cerca. Sus ministros lo alababan, los hombres más poderosos y ricos también, pero ellos estaban conectados al Rey, eran prácticamente su familia más cercana, saber esto no le daba mucha satisfacción al Rey. Entonces decidió vestirse de Civil y salir del palacio. Se encaminó por todos los rincones, desde las clases altas,
pasando por las medianas, hasta llegar al lugar más bajo de la sociedad.
Ahí encontró a la persona más inferior de todas, la más pobre, la más simple. Y el Rey le preguntó: "Qué piensas del Rey"?
El hombre, para su sorpresa, le dijo: "El Rey es un grande, viva el Rey".
El Rey sorprendido le dice: "pero él te pone impuestos muy caros, te limita y te presiona"
Y el hombre le contesta: "Pero yo sé que él lo hace porque nos quiere, lo hace por nuestro bien, y para que nuestra sociedad progrese, yo sé que nos toma en cuenta y todo lo que hace es por una buena razón, que viva el Rey"
Y el Rey disfrazado regresa a su palacio con una satisfacción gigante, mucha más que si cualquier otra persona le hubiera dicho algo bueno de él."

Esto se asemeja al “Antojo de Di-s”.
Él crea el Mundo con su Esencia (el Antojo).
Cada Alma es enviada al Mundo Físico,
desde lo más alto y cercano a la divinidad,
hacia lo más inferior y físico, nuestro Mundo.
¿Por qué nos baja al mundo,
para vivirlo y después retornarnos?
Todo tiene un propósito.
Estando arriba uno ya está conectado con Di-s,
por lo que esto a Di-s no le satisface.
Sin embargo, al bajar y crear un Mundo Físico,
donde las Almas puedan llegar a Di-s
desde lo más inferior, entonces ahí sí,
Di-s obtiene satisfacción.
El Antojo de Di-s es, el haber creado
un Mundo de la nada, forma
completamente inexplicable e incuestionable.
Nosotros, al parecer, somos seres independientes,
pero no es así, ya que Di-s es el Único Independiente,
nosotros dependemos de algo para existir
(ya sea la respiración o la energía vital).
Tenemos su Esencia (el haber sido creados),
y para lograr contacto con Di-s, con esa Esencia,
es necesario recurrir a lo Físico del Mundo,
con el Propósito de llegar hasta Él,
desde lo mas bajo e inferior del mismo.
Pasamos por miles de limitaciones (impuestos),
ya que para el alma, este mundo es un lugar con obstáculos.
Es un pasillo estrecho tener que mantener
la residencia del alma en el cuerpo,
darle de comer, dormir, trabajar, vivir, etc.
También obstáculos como la maldad,
impulsos del deseo, la envidia, la ambición, el poder, etc.
Y esto una prueba de Dio-s. Pero vale la pena
pasar por todos estos exámenes celestiales,
con el objetivo de llegar a Él y cumplir Su Propósito
por el cual el nos manda hacia aquí.
No es nuestra misión cumplir nuestros propios deseos,
porque más bien, el alma desea cosas, como ser libre.
Pero para ser libre en este mundo físico,
hay que lograr el propósito por el cual estamos en él.
Y no hace falta mencionar que hay que usar
nuestros sentidos, toda herramienta creada para lograr
el cometido. Esa es la verdadera libertad,
ya que por medio de este esfuerzo se alcanza activar
el Antojo Divino.

¿Y cómo hacer? La Torá cumple este papel.
La Torá es un manual, una guía, y un medio de conexión.
Nos da información, nos cuenta historias,
enseña vivencias, virtudes, éticas, morales,
y entrega reglas y leyes (caminos) para conseguir el Logro.
No solamente es una literatura para entretenernos
y llenarnos de fuerza emotiva, nutrirnos de Fe,
la Torá es la Voz de Di-s recitada en una hoja de cuero.
Dio-s crea, por medio de la Torá,
una Conexión entre lo material y lo espiritual.
Hubo un Antes, donde una mesa de madera no era más
que una tabla con patas, y una hoja de cuero con tapa
no era más que un libro con palabras.
Pero la Torá creó algo sagrado,
la oportunidad de llegarnos a Di-s,
y Él a nosotros, a través de lo Material.
Así como Él la utilizó para crear el Mundo,
nosotros la utilizamos para hacer del Mundo
un Di-s Creador, Unir Creación y Creador.

Estudiarla no es un Vicio, como el fumar,
como beber Coca Cola, bailar, cantar, practicar deportes,
mirar la Televisión, y todos los etcéteras que conocemos.
El estudiar la Torá es algo único, nos permite conocer
la Verdadera Esencia, través de algo tan físico como un libro.
Es una oportunidad única que sólo podemos lograr
mientras estamos en este Mundo.
Si pensamos llegar a Di-s rápidamente
nada más con lo espiritual, como el aislarse,
desapegarse, meditar, no cumplimos
con el objetivo del estar acá.
Ni un provecho, capricho, o lujo, y nisiquiera
un “Fin del Mundo” no nos va a Salvar
de la responsabilidad Verdadera.

Es verdad que existe el sufrimiento,
gran parte de este sentimiento nos "impide"
actuar a la manera del Propósito,
y esto nos pasa porque somos almas sufrientes
que se nos arranca del Mundo Alto
y se nos baja a un cuerpo desconocido,
y al adaptarnos al abajo, volvemos a sufrir
cuando se nos arranca del cuerpo para ir al Arriba.
Pero tenemos el instante del medio,
donde tenemos que explorar lo más esencial del alma,
a través del cuerpo mientras lo tenemos.

Quiere decir, todo esto, que tenemos
que ver el Mundo como una oportunidad
para activar ese Sentimiento Divino,
el conectarse con la Esencia de Di-s,
desde lo mas bajo e inferior y fisico, nuestra realidad.
Al hacerlo, logramos, no sólo una grandiosa experiencia,
sino que cumplimos con el Propósito del Creador.

La Fuente de Descarga

Si tú fueras una de esas fuentes a las cuales yo pudiera acceder, entregarte mis pensamientos, mis emociones, y mis necesidades, ¿Qué te diría? ¿Cómo te lo diría? ¿Para qué te necesitaría? A veces uno se siente de una determinada manera (negativa para la salud) como por ejemplo ansioso, triste, depresivo, o nervioso, y se encuentra en una situación en la que es difícil salir, porque no hay a quien compartirle estos sentimientos, no hay donde exprimirlos, o con qué alejarlos. Porque en esta situación, uno se halla en un lugar desconocido, con gente diferente, donde las horas pasan y se hace difícil verlas pasar. Quizás no es el lugar en sí el que produce estos sentimientos, pero de todas formas están ahí, para molestar la paz, para convertirte en melancolía, y cubrir con nostalgia la respiración que antes emanaba sonrisas de azúcar. Identificando el contexto, y confirmando que no es ese el problema, entonces queda reflexionar sobre el sentido de aquellas ideas, de aquellos pensamientos, de aquellos sentimientos, y de la necesidad de aferrarse a algo externo para estar mejor. No, la verdad que no existe algo externo que pudiera hacerme sentir mejor, porque en este caso la situación en la cual me encuentro es grandiosa, y sin embargo no me genera felicidad. Me doy cuenta enseguida que el problema de mi ansiedad viene por otro lado, por el hecho de sentirme alienado del contexto, por sentirme fuera de lugar, o quizás por haber apresurado los tramites y haber rechazado una oportunidad para estar en un lugar mejor. Es probable que mi cabeza antigua o planificada me hiciera elegir este camino, pero lo que sé, es que cambiando el contexto no va a terminar con la nostalgia. No es el contexto, sino la duda que me genera el contexto, ya que podría estar en otro lugar, pero ahora estoy acá, y mis dudas tiran de dos cuerdas reprochándome esta elección, y también obligándome a buscar soluciones que no existen. Si acá estoy fuera de lugar, y nadie mas lo sabe, entonces el lugar no puede hacer nada por mi, y soy yo el que tiene que decidir y entender que la situación es está hecha, no hay nada mas por hacer, y es un trabajo para aprender de una lección que, por ahora, esta complicada.
Otra alternativa que encuentra mi cabeza alterada es que la soledad esta siendo activada, y el sentirme alienado hace de los tramites de la lección, una tarea difícil. Sintiéndome solo, perdido, obligado a estar en un mundo desconocido sin salida, me genera un vacío irreparable. Pero no es la soledad, porque sé muy bien que el contexto por el cual estoy pasando, es un mundo de miles de posibilidades para estar con gente, quizás con esfuerzo, con paciencia, y hasta con un silencio para marcar espacios de conexión, pero siempre está esa oportunidad de estar acompañado.

El pasar de las horas complican la tarea de reflexionar y expresar todo esto en una fuente inexistente, aunque halla pasado un día y ya el sentimiento de ahogado y perdido hallan desaparecido.

Si tú fueras una fuente, querido papel, te escribiría para decirte gracias. Porque aunque no cumplas la función por la cual te escribo, me has ayudado a concretar mis objetivos temporales. Ahora, querida fuente, te agradezco por haberme aliviado de dolores, de nostalgia, de soledad, y de ansiedad. Te agradezco también por demostrarme que el mundo sigue vivo ante mis pensamientos y sentimientos, y más que nada ante mis necesidades, porque ya no estoy solo, y menos que menos triste, quizás porque me mandaste a un ángel del cielo que, ante un espejo, se dio un beso de felicidad. A lo mejor sea la mujer quien fue manifestada como mi espejo, pero sé que estaba besando mi propia esencia, la pura alma de mi ser, ahí bajo las estrellas, frente a los valles y cerros, las luces, y los fuegos artificiales de una llama que se prendió en un momento único en la existencia de mi ser. Podría decirse que fue lo externo lo que alivio a mi alma, pero no es más que mi claridad mental, ya que al estar descargando energías y expresándolas hacia otro ser, mi misma esencia en otra persona, hicieron de mi descarga una limpieza de toda negatividad que abundaba en la oscuridad de mi mente. Ahora te agradezco, fuente, porque me siento bien, pleno, feliz, y con la certeza de que en cada momento y siempre, que tenga necesidades, sentimientos, o pensamientos para expresar, siempre vas a estar para recibir y filtrar esa energía, a través de tu esencia de papel.

Date al Encuentro

Había dos puntos buscándose desde dos orillas distantes. A ninguno se le ocurrió salir al océano a hacer el encuentro. Cuando se vieron, después de que el tiempo uniese las costas, un punto preguntó al otro: “¿dónde estuviste, por qué no viniste, por qué no intentaste comunicarte por lo menos? “Lo mismo digo” dijo el otro punto, “estaba en mi orilla pensando en que tú ibas a venir a mi encuentro”.
Así esta el mundo, todos soñamos o deseamos o buscamos cosas que nos gustaría que se resolvieran desde los demás, incluso esperamos que algo o alguien nos brinde la suerte, nos haga sentir el gozo, e incluso, algunos, llegamos a esperar por un milagro del más allá.
“El océano era gigante y profundo, podría haberme perdido o ahogado”, se justificaron los puntos. Qué pena, el océano los engañó con sus olas y profundidades, fueron víctimas de la apariencia, claro, sólo podían ver aquello que reconocen en sí mismos, el miedo, la espera, el soñar con ciegas esperanzas.
“igualmente al fin y al cabo el tiempo nos acercó al unir las costas”, se volvieron a justificar. El tiempo no los reunió, los mantuvo distantes en la misma orilla, si hubieran caído al océano, el propio océano los hubiera mantenido juntos, cubiertos por su manto. Cuando una cosa cae al océano, ya es parte del agua, sea en cualquier extremo de ella. Sin embargo, en la arena, las piedritas no absorben nada, se mantienen al margen sin dar lugar al encuentro, y por eso han de romperse hasta hacerse agua.
No nos unimos por estar espacialmente cerca, ya que el espacio no determina la unidad, por eso se llama espacio, siempre está falto para que algo lo ocupe, sea cercano o lejano, el espacio no tiene fin. Es el hecho de compartir la misma vivencia lo que nos hace hermanos, es el dejar de ser puntos separados buscándonos unos a otros desde nuestros infinitos enfoques, y vivir el encuentro desde lo que no somos, ya que lo que no somos no tiene búsqueda, tiene encuentro.

Vivir el Diamante antes de Morir

La visión judía no es convertirse en un diamante después de morir, sino descubrir el diamante dentro de ti durante el curso de tu vida; no hacer de tu cuerpo sin vida una obra de arte, sino hacer de tu vida misma una obra de arte.
Dentro de tu cuerpo tienes un alma, brillando como un diamante en lo más profundo de tu ser. Tu cuerpo oculta temporalmente tu alma durante el transcurso de la vida en esta tierra. El cuerpo puede ser un obstáculo para el alma ocultando su luz, o un vehículo para que la luz del alma sea expresada completamente. Depende de cómo vives tu vida.
Si vivimos una vida de hedonismo y egoísmo, si nuestro cuerpo y sus pasiones se convierten en el foco de nuestra existencia, el diamante que es nuestra alma queda enterrado bajo las capas de materialismo del cuerpo, y su luz no logra brillar. Pero si vivimos una vida plena de propósito, haciendo lo que está bien más que lo que se siente bien —una vida en la cual los deseos de nuestra alma dominan las demandas de nuestro cuerpo y nosotros ocupamos cada día en actos de bondad y santidad —entonces la luz del alma no es opacada por el cuerpo. Por el contrario, el cuerpo se convierte en el vehículo para que la luz del alma brille. Refinando nuestro carácter, trayendo luz alrededor nuestro, y manteniendo la pureza e inocencia de nuestra alma, hacemos un diamante vivo, una obra de arte Divina.
Nos inmortalizamos verdaderamente por el bien que hacemos en el transcurso de nuestras vidas. Tanto si lo vemos o no, cada acto de bondad y santidad deja una impresión eterna. Incluso el acto más trivial de bondad afecta al mundo para bien, y la energía positiva que creamos con nuestros actos impacta al mundo eternamente.
Incluso si has estado descuidando tu alma, siempre puede ser pulida y devuelta a su brillo original. Igual que un diamante puede cubrirse de capas de suciedad, pero debajo el diamante conserva su brillo. Mientras estés vivo, tienes la energía para cambiar, para descubrir la energía de tu alma y dejarla brillar.
Hacer un diamante de un cuerpo muerto no es una gran hazaña. Hacer un diamante mientras estás vivo —esto es probar la eternidad.

Iom Hashishi, 28 Shvat, 5770 (Viernes 12 de Febrero de 2010)

Partiendo del Concepto Verdadero que Él Es Antes de Crearse Mundos, y Él Es sin Mundos, y por Mundos se refiere al desencadenamiento de causas y efectos “infinitos” bajo tiempos y espacios del Tiempo de 6000 años, ya que el 7 milenio es el Día de Descanso, Día que se Retrae la Chispa Creadora y los Mundos son Fundidos con Él, ¿de qué vale el expresarnos (en pensamiento, palabra (sentimiento) y acción sino es para Él? La Elección más sabia es la que uno entrega su fuerzas álmicas a la Expresión de Su Voluntad (Camino) Sostenido Más allá de las 6000 corrientes mentirosas de los Mundos. Tal entrega conlleva a la perpetuación del soy creación, ya que se fusiona con el Soy Verdadero.

Despertando a la Acción del Guerrero Divino

Un despertar más interno y profundo, que llega más lejos en cuanto al efecto que produce en el Mundo y para con el propósito de la Creación, es como el ejemplo del correr de un niño, que está escapándose de los bandidos en bicicleta que le persiguen por ser feo, raro, invalido, incapaz, débil, etc... este correr logra velocidades infinitas inalcanzables por la persecución común, y a pesar de que hoy en día tales hechos ocurren poco, puesto que existe una aceptación global de la diversidad de expresión, este correr tiene que darse debido al sentimiento de que no correr, quedarse parado, es mantenerse en la esclavitud dimensional material, y hay que lograr romper con la naturaleza de las cosas, para que dejen de ser costumbres vacías y repetitivas que atrapan a cada cual en su deseo y pasión vana. Es hora de reconocer que uno es un hijo de Rey exiliado en tierras ajenas, y que su dialecto, forma de ser y circunstancias son extrañas y no expresan la verdadera realidad de uno, y si generamos un sentimiento sincero de que somos eso que está escrito, qué gran impulso provoca hacia el rompimiento de las limitaciones, y la liberación última de tu ser original.
Cuesta caro y es difícil creérselo, porque los impulsos e inseguridades dicen lo contrario de uno, pero lo importante es luchar contra la corriente interna de uno mismo que fuerza y gobierna hacia el otro lado, generar fricción, cualquiera que sea, incluso si no se llega a vencer, no se pierde la guerra por pequeños fracasos, los territorios ocupados no son derrotas, sino falta de victorias, no generamos bajas, a menos que uno quiera sentirse caído y derrotado, parte del engaño del enemigo es generar una baja moral en el contrincante, y es la única arma capaz de vencer, porque la acumulación de falta de victorias hacen de las fuerzas contrarias un virus contagioso, que penetra en todos los demás soldados de manera que se sienten perdidos por la caída del otro. La moral tiene que estar arriba y no bajarla jamás, aunque fallemos y perdamos una y otra vez, hasta que se canse de atacar al individuo luchador, porque las fuerzas del bien son perseverantes por siempre, y el mal se neutralizará en el fin de los días, por eso es considerado nulo incluso durante su papel representativo en la obra.

Avatar Jasidisada

La historia del guerrero, capaz de infiltrarse dentro del alma animal y doblegarla, entrenarla, y refinarla hasta la completa vinculación y control de su voluntad más interna, el amor y la paz conseguida por el abandono de las maquinaciones e intenciones “bestiales” del deseo humano.

Caída del Cielo, el alma explora un planeta nuevo, Pandora, la “Caja de sorpresas”, el Mundo Físico. Cuando llega, los intereses de las almas del Cielo pierden orientación y se enceguecen por las voluntades secundarias, apetitos físicos, odio, codicia, algunas buscan rescatar un tesoro corporativo, otras honores y poder,etc... Paralelamente, las almas involucradas en ciencia comienzan a encontrar que el mundo físico esconde un sentido más profundo que el de la apetencia personal, defienden el derecho a la vida de la materialidad y la naturaleza como medio conector entre lo espiritual y el ser humano. La ignorancia y el escepticismo no pueden ver la virtud, puesto que buscan saciar sus necesidades y es primordial la supervivencia, y el negocio, que el encontrar el Camino Verdadero de la armonía y la vinculación con el alma.
Por suerte, dentro de ambas inclinaciones, existe el guerrero elegido, la conciencia despierta del alma divina, de donde ella viene, tuvo las preparaciones militares del pensamiento social, y recurre por medio de las investigaciones filosóficas y científicas acceder al Mundo Espiritual, sin fines de lucro. Su relación abierta y múltiple le permite entender la necesidad del cuerpo físico y el alma animal por abastecerse y permanecer, y también Ve y Sabe que existe ir más allá, hacia conectarse con todas las cosas para cumplir un propósito divino de coexistencia perfecta. Por eso tiene acceso a la fuente del alma, y a todos los lugares sagrados, y al mismo tiempo mantiene diplomacia con el apetito maligno.
Debido a que su búsqueda es hecha dentro del cuerpo físico, todo lo que sus ojos ven, el animal, y los otros factores que le ayudan a infiltrarse, lo ven también, y por eso se corre el riesgo que todos los territorios sagrados sean conquistados y destruidos, ya que el enterrado tesoro que se halla en el Mundo, visto desde el punto de vista divino es a utilizarse para lo sagrado, pero el animal lo busca para sí mismo. A la hora de pelear, la batalla puede llevarse al plano emocional o al intelectual, pero ambos fracasan, a pesar de los intentos, la negociación diplomática de la mente no logra convencer a la naturaleza animal, ya que las lógicas divinas no son tan fuertes como para convencer al impulso bestial. Tampoco lo hacen las sensibilidad de las evidencias emocionales, demostrando las sensaciones que pueden hallarse si uno se involucra afectivamente a la divinidad en cada cosa. y por último, los hechos científicos tampoco prueban la existencia de la espiritualidad porque sus fórmulas no son entendidas por todos, así que la única arma potente es la plegaria conectada con su esencia. La batalla se lleva a cabo con estrategias de las fuerzas reveladas, se lucha con los cuatros vientos, los cuatro elementos de poder, toda la naturaleza colabora para que el escepticismo y la terquedad de las almas del cielo enemigas reconozca la dignidad del bien hallado en cada cosa. Finalmente la balanza recae del lado del bien gracias a una revelación proveniente de la esencia infinita, y por medio de la plegaria, justo en el momento donde parece que todo es vacío y está perdido.
Cuando finalmente se libera el territorio del enemigo, hay que escoger, ya que el enemigo es uno mismo también, y el ser insaciable no parará a menos que se desconecte, y eso sucede al final, cuando se abandona decisivamente el plano del deseo y la dualidad, y se escoge el lado más sagrado, el animal refinado y entrenado para Ver, Sentir, Entender, y Conectarse con la Fuente con todas sus capacidades y percepciones, sin Regreso ni vuelta atrás a la invalidez humana.

Visión de la Realidad

1.¿Qué nos define lo que ven, huelen, escuchan, sienten, y tocan nuestros sentidos?
2.¿Qué significa la realidad es un hecho?

1. El clima nos indica que hace calor, estamos en medio del verano, es normal que sintamos pesadez, sed, necesidad de liberarnos de cualquier presión corporal, ya sean las ropas, o nuestro propio malestar. ¿Por qué sucede esta experiencia?, quizás lo determina el censo mayoritario de las sensaciones de toda la sociedad, o podemos decir, que depende de nuestra experiencia interna individual.
Por ejemplo, si nuestra mente fue educada de manera que veamos que el sol es símbolo de calor, y cualquier contacto con éste produce un inevitable malestar corporal debido al aumento de temperatura en nuestro cuerpo, así será, esa es la condición impuesta por nuestra verdad interna. Ahora, podemos haber sido condicionados de otra manera, una perspectiva más religiosa, en la que el verano es símbolo de que la divinidad (representada por el aumento de calor) se encuentra más revelada en el Mundo, más presente, y debido a esta presencia más manifiesta, sentimos pesadez y malestar, porque nuestra existencia depende que la divinidad se halle alejada y oculta, ya que de lo contrario (como sucede en verano), nuestra sensación de seres independientes se ve comprometida y se siente presión, el yugo celestial pesa, las ropas buscan soltarse, nuestras personalidades salen al descubierto, por eso buscamos las costas, donde el agua fria pueda darnos un respiro de tanta revelación unitiva.
Ambas versiones son correctas, pero una no puede quitar la otra. Estamos acosumbrados a que la versión condicional que se nos impone es la vence mayoritariamente sobre las otras opciones, puede ser que a través de la historia el poder rigente halla tenido el control de nuestras mentes, pero siempre se puede salir de este sistema rutinario. Digamos que el calor no se soporta, al fin de cuentas ambas versiones proponen el mismo resultado, no importa cómo vemos las cosas. Pero verlo de la manera más religiosa nos permite una salida que la otra versión no da a lugar. En la primera versión de cómo funciona nuestra existencia, lo que significa la condición no puede cambiarse, el malestar del calor es un hecho existente, y se soluciona comprando un aire acondicionado, tomando mucha agua, andando por la sombra, alejándose de los rayos del sol, con protector solar, sombrilla, tirandose al agua, etc... pero en la segunda versión, se propone lo contrario. El análisis de por qué sentimos calor y pesadez nos da a entender nuestra posición espiritual como seres existentes. Si sentimos pesadez, es porque estamos demasiado a pegados a convivir con nuestra frialdad egocéntrica, y si queremos cambiar nuestra forma de ser y forma de sentir la vida, podemos usar el calor como momento propicio para aumentar en contacto espiritual. Si nuestra condición corporal no lo soporta, podemos utilizar el calor que sentimos para quemar las grasas del ego, hacer de nuestra caminata por la sombra, no una huida, sino una búsqueda de acostumbrarnos a estar cerca de la divinidad, aprovechar los rayos matutinos para contemplar la analogía de la creación del mundo, nuestra relación con Di-s es como la del rayo y el sol, y aprovechar las alabanzas que la naturaleza expresa en estas situaciones, como las mariposas, las flores, la alegría de los pájaros, y las tantas sensaciones que pueden salir a la luz en momentos de verano, cosa que en invierno no sucede, ya que todo se retrae, se esconde, se aparta, se cae o se muere...según la necesidad del yo.
2. La realidad no puede cambiarse ya que hay una condición programada para que el calor sea calor, y moleste a todos, para que llueva para todos, tanto justos como injustos, etc... pero la información que almacenamos internamente, puede darle a esa realidad hecha y creada un sentido innovador, divino, capaz de darle lugar a nuestro ser a existir comprometido a una voluntad unitiva con todas las demás cosas existentes, y al mismo tiempo, aceptando y viviendo desde el punto de vista que somos rayos, y sin el sol, no somos.