Teoría A Realidad

Hoy pensé en convertir un deseo en algo más ameno. Desear es lindo, incluso es más lindo que cuando lo vivimos en la práctica. A veces deseamos algo en nuestra mente, lo imaginamos con lujo de detalles, y el placer que derivamos es inmenso, pero cuando se concreta aquello que deseamos, “fue lindo mientras duró”, porque la teoría es más linda que la realidad manifestada. Igual sucede para explicar el desencadenamiento de los mundos, en mundos más sublimes, como Atzilut, etc…, todo lo que allí sucede es de forma conceptual y espiritual, como por ejemplo el cariño que se siente por alguien cuando ese alguien no está presente puede ser mayor que cuando se manifiesta a través de decirle algo, o hacerle algo. Pero que sea mayor la intensidad no quita que la intención final es la concretización de la realidad en el plano práctica y de la acción, aunque signifique rebajar el concepto como está en su origen. Y para ello, henos creaciones de Asiá, el mundo de la manifestación práctica. ¿Cómo convertir un deseo conceptual o imaginario o incluso real pero abstracto en una realidad concreta? Tal vez, se consigue con esta carta. Me pregunto, de lo que una vez te conté sobre cómo el Rebe Rashab dio un beso a través de escribir un Maimer (Discurso Jasìdico), si acaso se puede sentir tal beso, leyendo y estudiando tal discurso. O sea, la intención de sus palabras fueron canalizar un beso en un discurso eterno, ¿y el receptor lo recibió, o quedó en el plano conceptual? Mi deseo es darte un beso del alma, y me la juego con las palabras, a que te llegue, como a mí me llegó, tu mensaje-abrazo de anoche. No como un juego romántico nada más, sino como una realidad experimentada de verdad, que sientas la caricia y el acompañamiento físico de mi alma, a través de estas palabras. Si ello es posible, entonces, que del beso que te doy, derive a tu corazón un fuerte despertar de placer, que pueda acompañarte y guiarte durante el resto del día, en los tiempos atareados, y en los calmos, también, hasta el encuentro de nuestras almas sin pausa y freno, en una unión constante, para unir mundos, tanto el conceptual como el de la práctica.