Carta para mí mismo:
Cuando en su momento, durante mis viajes, pasaba tiempo solo, no lo buscaba, simplemente se daba que me sentía y encontraba así, incluso rodeado de gente (porque estaban tan inmersos en sí mismos), que prácticamente estaba solo, y entonces escribía, según el caso, cartas de descarga, como esta. Hace tiempo que no lo necesito, ¿para qué, quién tiene tiempo de sentirse solo cuando hay tanto que te rodea, y todo expresa algo de la Divina Presencia?, papeles, lápices, teléfonos, libros, basura, monedas, remedios, computadora, ventanas, sonidos, olores, imágenes, y nada, todo te acompaña, y la soledad es un invento de las ganas de exigir a todo lo demás, que le exprese reveladamente que sus presencias están para mí, aunque uno no esté para las demás cosas. Igualmente, sabiendo esto, escribo porque el sentimiento supera la mente.
martes, 29 de noviembre de 2011
CARTA PARA MÍ MISMO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario