Avatar Jasidisada

La historia del guerrero, capaz de infiltrarse dentro del alma animal y doblegarla, entrenarla, y refinarla hasta la completa vinculación y control de su voluntad más interna, el amor y la paz conseguida por el abandono de las maquinaciones e intenciones “bestiales” del deseo humano.

Caída del Cielo, el alma explora un planeta nuevo, Pandora, la “Caja de sorpresas”, el Mundo Físico. Cuando llega, los intereses de las almas del Cielo pierden orientación y se enceguecen por las voluntades secundarias, apetitos físicos, odio, codicia, algunas buscan rescatar un tesoro corporativo, otras honores y poder,etc... Paralelamente, las almas involucradas en ciencia comienzan a encontrar que el mundo físico esconde un sentido más profundo que el de la apetencia personal, defienden el derecho a la vida de la materialidad y la naturaleza como medio conector entre lo espiritual y el ser humano. La ignorancia y el escepticismo no pueden ver la virtud, puesto que buscan saciar sus necesidades y es primordial la supervivencia, y el negocio, que el encontrar el Camino Verdadero de la armonía y la vinculación con el alma.
Por suerte, dentro de ambas inclinaciones, existe el guerrero elegido, la conciencia despierta del alma divina, de donde ella viene, tuvo las preparaciones militares del pensamiento social, y recurre por medio de las investigaciones filosóficas y científicas acceder al Mundo Espiritual, sin fines de lucro. Su relación abierta y múltiple le permite entender la necesidad del cuerpo físico y el alma animal por abastecerse y permanecer, y también Ve y Sabe que existe ir más allá, hacia conectarse con todas las cosas para cumplir un propósito divino de coexistencia perfecta. Por eso tiene acceso a la fuente del alma, y a todos los lugares sagrados, y al mismo tiempo mantiene diplomacia con el apetito maligno.
Debido a que su búsqueda es hecha dentro del cuerpo físico, todo lo que sus ojos ven, el animal, y los otros factores que le ayudan a infiltrarse, lo ven también, y por eso se corre el riesgo que todos los territorios sagrados sean conquistados y destruidos, ya que el enterrado tesoro que se halla en el Mundo, visto desde el punto de vista divino es a utilizarse para lo sagrado, pero el animal lo busca para sí mismo. A la hora de pelear, la batalla puede llevarse al plano emocional o al intelectual, pero ambos fracasan, a pesar de los intentos, la negociación diplomática de la mente no logra convencer a la naturaleza animal, ya que las lógicas divinas no son tan fuertes como para convencer al impulso bestial. Tampoco lo hacen las sensibilidad de las evidencias emocionales, demostrando las sensaciones que pueden hallarse si uno se involucra afectivamente a la divinidad en cada cosa. y por último, los hechos científicos tampoco prueban la existencia de la espiritualidad porque sus fórmulas no son entendidas por todos, así que la única arma potente es la plegaria conectada con su esencia. La batalla se lleva a cabo con estrategias de las fuerzas reveladas, se lucha con los cuatros vientos, los cuatro elementos de poder, toda la naturaleza colabora para que el escepticismo y la terquedad de las almas del cielo enemigas reconozca la dignidad del bien hallado en cada cosa. Finalmente la balanza recae del lado del bien gracias a una revelación proveniente de la esencia infinita, y por medio de la plegaria, justo en el momento donde parece que todo es vacío y está perdido.
Cuando finalmente se libera el territorio del enemigo, hay que escoger, ya que el enemigo es uno mismo también, y el ser insaciable no parará a menos que se desconecte, y eso sucede al final, cuando se abandona decisivamente el plano del deseo y la dualidad, y se escoge el lado más sagrado, el animal refinado y entrenado para Ver, Sentir, Entender, y Conectarse con la Fuente con todas sus capacidades y percepciones, sin Regreso ni vuelta atrás a la invalidez humana.